Bodas íntimas

Lejos quedaron los días en los que una boda no era una “boda en condiciones” si no congregabas a un gran número de invitados. Actualmente los novios buscan bodas íntimas en las que reunir a sus familiares y amigos más cercanos.

Aunque es cierto que la idea que tiene cada pareja sobre este concepto puede variar, se entiende por boda íntima aquella que tiene entre 20 y 70 invitados.

Este tipo de bodas ofrece un amplio abanico de posibilidades a los novios. La que más nos gusta es la opción de poder personalizarla hasta el infinito, incluso en función de los invitados, ya que al ser más reducido el número nos da la oportunidad de pensar en ellos a la hora de hacerla única, tener detalles con los asistentes y adaptar ciertos aspectos a cada uno de ellos.

Su encanto reside en la naturalidad que se crea entorno a ellas, ya que los novios se sentirán mucho más cómodos y relajados estando rodeados de su gente más cercana y podrán ser “más libres” de mostrar sus emociones en todo momento.

En cuanto al lugar de celebración, debemos tener en cuenta que puede surgir el inconveniente de que algunos espacios soliciten un número mínimo de invitados para poder celebrar la boda en ellos. Sin embargo, lejos de ver esto como un problema, nos da pie a pensar en otras alternativas en las que crear ambientes mucho más acogedores.

¿Por qué no celebrar vuestro gran día en una casa rural en la que además poder organizar otras actividades con vuestros invitados? ¿O perderos junto a ellos en la montaña y casaros en esa ermita con tanto encanto que tenías en mente? ¿No os encantaría casaros con vistas a la gran ciudad en ese hotel que tanto os gusta?

Aunque todas estas opciones nos parecen maravillosas, las bodas íntimas ofrecen una ventaja para aquellos amantes de los viajes que soñéis con una Destination Wedding, puesto que es mucho más fácil lograr que un grupo reducido pueda acompañaros en esa aventura.

Para este tipo de bodas, también podréis concederos invertir un poquito más en el menú, ya que el número de comensales será menor. En cuanto a la distribución a la hora de servirlo, os ofrecemos dos alternativas que estarán a la altura de una boda perfecta. Por un lado, un servicio únicamente tipo coctel, hará que sea ameno y dinámico, y vuestros invitados puedan hablar entre ellos de manera constante. En éste podéis poner algunas estaciones con diferentes showcooking si queréis darle un toque más visual. Por otro lado, si preferís una comida más contundente y sentaros junto a ellos a disfrutarla, podéis optar por mesas imperiales en las que estar todos más cerca y sentiros como en casa.

Para concluir, sabemos que la decisión de a quién invitar, puede ser algo complicada. Por ello,daros un tiempo para pensar quiénes no pueden faltar en ese gran día. Y recordar que en vuestra boda el principal compromiso que debería existir, es el que vais a asumir entre vosotros.