Algo nuevo, algo azul y que no llueva
- No sin mi Wedding
- 28 may 2018
- 3 Min. de lectura
Aunque las bodas actuales poco tienen que ver con las que se celebraban hace unos años, es cierto que las tradiciones y supersticiones que rodean a éstas nunca pasan de moda. Ya sea por creencia propia o “por si acaso”, hay determinadas convicciones populares que siguen en auge a día de hoy.
En este post queremos ahondar un poco en ellas y contaros cuál es su origen y su significado.
La mayor parte de estas costumbres y supersticiones giran en torno a la novia.
Una de las tradiciones más populares es la que dice que toda novia debe llevar consigo el día de la boda algo nuevo, que simboliza su nueva vida, algo prestado, que hace relación a los lazos de amistad, algo viejo, para mantenerse siempre unida a su pasado y algo azul, como símbolo de fidelidad.

En cuanto a la vestimenta, también hay un por qué al color blanco del vestido. Para ello hay dos explicaciones, por un lado la idea de que la novia, antiguamente, debía ser pura y virgen a la hora de entregarse en matrimonio y el blanco representaba este estado. Por otro, hay quien defiende que se utiliza este color a raíz que de que la Reina Victoria I lo portara en su vestido de boda.
Esta superstición es de las que menos aliadas tiene, ya que muchas novias incluyen las perlas en la elección de sus joyas. Pero según creían los romanos, éstas simbolizan las lágrimas y la novia que las portaba estaba condenada a pasar su matrimonio entre llantos.

El uso del velo tiene un significado que viene de lejos y varía según la cultura. En algunas se le ponía a la novia para esconder su rostro de la mirada del novio, ya que era la primera vez que se veían. Para otros, era símbolo de recogimiento y recatamiento. E incluso algunas culturas lo utilizaban para defender a la futura esposa del mal de ojo y las envidias.

Y hablando de esconder a la mujer del hombre, como bien sabéis, a día de hoy muchas parejas siguen llevando ésto a cabo. Se cree que si los novios se ven antes de la ceremonia tendrán mala suerte en su vida en común, por ello la mayoría tratan de evitar verse incluso la noche de antes.
Centrándonos en el Día B, seguro que habéis oído aquello de que” los martes ni te cases ni te embarques” y mucho menos si es martes 13, ¿verdad? Este refrán tan conocido viene de la antigua Roma, ya que Marte era el dios de la guerra y las discordias, por lo que casarse tal día auguraba catástrofes y desgracias para el matrimonio.

Todos sabemos que si hay algo difícil de prever, a pesar de que actualmente contamos con un montón de aplicaciones que nos ayudan a hacernos una idea, es la climatología. La mayoría de las parejas temen que llueva el día de la boda, por ello llevan huevos a Santa Clara, en concreto una docena, para pedirle que haga buen tiempo ese día. Aunque no debemos olvidar aquello que dicen de “Novia mojada, novia afortunada”, ya que otras culturas consideran la lluvia como símbolo de fertilidad.

Pero hay otros muchos factores que influyen en la boda que también se ven afectados por estas tradiciones, entre ellos los anillos, que simbolizan la unión de los novios, o las arras que simbolizan los bienes y ganancias que empezarán a compartir desde ese momento.
La presencia del arroz, aunque en los últimos años se tiende a sustituir por otros elementos, tiene un por qué y tiene su origen en Asia. Se lanzaba el grano a los recién casados deseándoles abundancia, descendencia y prosperidad.
No es el arroz lo único que se lanza en las bodas, también el ramo de la novia, siendo la invitada soltera que lo coja la próxima en contraer matrimonio. Se cree que su simbolismo está en que de esta forma la novia comparte su alegría y buena suerte. Además, en la antigüedad, las novias llevaban flores aromáticas y ajo en sus ramos para alejar los malos espíritus. Sin embargo, esta es una costumbre que ya no se lleva a cabo.

No pensemos que la tradición de que el novio entre a la mujer en brazos a su nuevo hogar es algo reciente. Volviendo de nuevo a los antiguos romanos, estos creían que si la novia tropezaba al entrar en la casa atraería la mala suerte, para ello preferían entrarla en brazos y evitarlo.

Y vosotros, ¿sois de los que creéis en todas estas tradiciones y las tendréis en cuenta el día de vuestra boda? ¿O preferís no pensar en ello y disfrutar del camino preparando el gran día sin pensar en nada más?
Sea como sea, es vuestro día y os aseguramos que todo saldrá fenomenal y que lo más importante es que os centréis en disfrutar de vosotros mismos y la gente que os acompaña.
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